El australiano Jovi Skyler nos brinda un viaje nostálgico a través del grunge y rock alternativo en su nuevo álbum titulado “Nothing to Do”.
Foto: facebook.com/joviskylermusic/
En el panorama musical actual, Jovi Skyler se destaca como un artista australiano con una marcada influencia de bandas icónicas como Nirvana, Sonic Youth, Pixies, The Breeders, Hole, Iggy Pop y The Ramones. Con su primer álbum de larga duración, “Nothing to Do”, Skyler demuestra su habilidad como músico y cantautor, fusionando los estilos del punk, grunge y rock alternativo con un toque psicodélico que evoca el espíritu de principios de los 90.
Jovi Skyler ha dedicado años de su vida al arte de la composición, y eso se refleja claramente en este álbum compuesto por 10 temas. Desde sus días de estudio en el Conservatorio de Música hasta su experiencia viviendo en Europa y actuando en solitario en cafés y bares, Skyler ha forjado su propio camino musical, influenciado por grandes bandas de los años 90.
El disco abre con “If You Think So”, una canción que rinde homenaje a The Beatles y explora la toxicidad de las amistades dañinas. Con un coro pegajoso y un estribillo de “sha-la-la”, Skyler nos recuerda sus inspiraciones del rock de los 90 de una manera refrescante y contagiosa. La energía continúa con “Nervosa”, donde nos cautiva con sus riffs grunge, que se intensifican gradualmente hasta alcanzar un frenesí distorsionado, todo mientras el australiano mantiene una voz que nos recuerda un poco a Kurt Cobain. Es un ejemplo perfecto de la habilidad de Skyler para combinar diferentes elementos sonoros y crear una experiencia musical envolvente.
La canción “Danger Land” muestra el corazón de Skyler en la manga de su chaqueta de cuero. Es un relato brutalmente honesto de una crisis de salud mental, en el cual Skyler logra transmitir una intensidad emocional cruda a través de su música, dejando una profunda impresión en el oyente.
“Got It Wrong” es una canción que inspira con su estado de ánimo. Las letras abstractas y crípticas permiten al oyente interpretar su propio significado, lo que crea una conexión personal con la música. Esta canción se centra en la angustia y las luchas de la adolescencia que se acumulan en la rebelión y la autorevolución, capturando la riqueza del estilo de los 90.
En “Tattoos”, inicialmente se puede percibir un estilo tintineante y más cercano al power-pop, pero rápidamente se destaca con sus voces brillantes y tonos de guitarra. La canción trata sobre la soledad, la depresión, las ideas suicidas y el coraje necesario para superar estos desafíos. Skyler aborda temas difíciles de una manera que se siente auténtica y conmovedora.
A la mitad del disco tenemos “Evergreen”, una canción punk de dos minutos que aborda una relación tumultuosa y agotadora. La canción captura la montaña rusa emocional que puede experimentarse en ese tipo de relaciones, transmitiendo la intensidad y la complejidad de las emociones en un breve lapso de tiempo.
A lo largo del álbum, encontramos una gran mezcla de sonidos, desde el punk y el grunge hasta el shoegaze y el garage. Canciones como “Virtual Reality”, “Never Wanted” y “Rocket” amplían aún más el alcance musical de Skyler, mostrando su versatilidad y su habilidad para crear melodías pegajosas y explorar nuevas ideas sonoras.
El álbum llega a su clímax con la pista de cierre, “Survivor”. Aquí, Skyler explora la soledad de una manera catártica, ascendiendo a través de una variedad de guitarras grunge. Es el broche perfecto para un álbum que nos ha llevado a través de un viaje emocional y sonoro lleno de energía y autenticidad.
“Nothing to Do” es un sólido debut de Jovi Skyler como artista de larga duración. El álbum muestra su dominio de diversos estilos musicales, mientras que sus letras honestas y auténticas evocan una sensación de nostalgia por la era dorada del rock alternativo. Con un enfoque en la crudeza y la rebeldía, Skyler logra transmitir su mensaje de manera efectiva, creando una conexión emocional con el oyente. Si eres fanático del punk, grunge y rock alternativo de los 90, este álbum definitivamente vale la pena escucharlo.