Green Day arrasa en el Ottawa Bluesfest 2025: una noche de punk, fuego y multitudes
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El trío californiano encabezó el viernes más explosivo del festival con un set de 22 canciones, acompañado por nuevas voces del punk y una diversidad sonora que hizo vibrar cada rincón de LeBreton Flats.
Fotos: Alejandro Vazquez
Lo que alguna vez fue un evento local dedicado exclusivamente al blues, hoy es uno de los festivales musicales más grandes y diversos de Canadá. El Ottawa Bluesfest, que en 2025 celebró su 31.ª edición, ha sabido evolucionar con los años sin perder su esencia: la música como punto de encuentro entre generaciones, estilos y culturas.
Celebrado durante diez días en el enorme espacio de LeBreton Flats, en el corazón de Ottawa, el festival ha ido creciendo tanto en audiencia, más de 300 mil asistentes este año, como en alcance artístico. Aunque su nombre aún lleva la palabra “blues”, el cartel de cada edición es prueba de su apertura total a la diversidad musical: desde rock clásico y pop hasta reggae, soul, electrónica, hip-hop, country y punk.
Y si hay un ejemplo perfecto de esa transformación, fue el viernes 18 de julio, una jornada completamente tomada por el punk rock, con Green Day como headliners y epicentro de todo el festival.
La jornada arrancó temprano con Les Shirley, trío de Montreal que abrió el escenario principal con riffs afilados y mucha actitud. Después llegó The Linda Lindas, el joven cuarteto californiano que viene ganando fuerza a nivel internacional con un estilo que mezcla punk melódico, riot grrrl y energía adolescente sin filtros.
Canciones como “Racist, Sexist Boy” conectaron de inmediato con el público, no solo por la fuerza de sus letras, sino por lo que representan: nuevas voces tomando espacio, haciendo ruido y renovando un género que, a veces, parece mirar más hacia el pasado que hacia adelante. Su presencia fue más que un warm-up para Green Day; fue una declaración generacional.
A las 9:10 pm, el escenario principal ya era una masa de cuerpos pegados, gritando por cada cambio de luces. Cuando Green Day apareció, el rugido fue inmediato. El trío californiano abrió con “American Idiot”, y desde ahí no hubo pausa. Fue una hora y cuarenta minutos de clásicos como “Holiday”, “Basket Case”, “Longview” y “Boulevard of Broken Dreams”, combinados con material reciente como “Look Ma, No Brains!”, “Dilemma”, “Bobby Sox” y “One Eyed Bastard”.
Pero uno de los momentos más inesperados fue la interpretación parcial de “Missing You”, del álbum ¡Tré! (2012), una canción que no tocaban en vivo desde 2013. Billie Joe la presentó en formato semiacústico, dejando al público en completo silencio al principio, seguido por un aplauso cerrado que confirmó lo especial de esa noche.
El cierre con “Good Riddance (Time of Your Life)” y fuegos artificiales iluminando el cielo de Ottawa fue el broche de oro para una jornada que quedará marcada en la memoria colectiva del festival.
Mientras el RBC Stage reunía multitudes, los otros escenarios ofrecieron sonidos alternativos que complementaron perfectamente el día. En el LeBreton Stage, Fantastic Negrito dio uno de los shows más potentes del festival, con su mezcla de blues, soul, rock y un fuerte discurso social. En el River Stage, Los Bitchos armaron una fiesta instrumental con psicodelia, cumbia y surf rock, mientras que el cantautor Ron Sexsmith apostó por la sensibilidad y la introspección.
Espacios como el Barney Danson Theatre y el Spin Stage también se mantuvieron activos, ofreciendo desde shows íntimos hasta DJ sets con electrónica y mashups. Toda esta estructura multiescenario es parte clave de lo que hace único al Bluesfest: no hay un solo tipo de público ni una sola forma de vivir la música.
El Ottawa Bluesfest ya no es “solo” un festival de blues. Es un espacio donde coexisten la tradición y la novedad, donde una leyenda como Green Day puede compartir cartel con nuevas bandas como The Linda Lindas, y donde el público puede moverse de un escenario a otro descubriendo sonidos completamente distintos.
El viernes 18 de julio fue el mejor ejemplo de eso: una noche donde el punk rock fue protagonista, pero también donde la diversidad, el mensaje y la conexión humana se sintieron en cada acorde. Y Green Day, lejos de ser una banda que vive de sus éxitos pasados, demostró que sigue teniendo mucho que decir, que tocar y que gritar.
A continuación te dejamos la galería del festival: