Circle Jerks llega a México: Keith Morris sobre el regreso de la banda en su gira por Latinoamérica
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En su esperado regreso a México, Circle Jerks, leyendas del hardcore punk, compartirán escenario con Descendents en Ciudad de México y Guadalajara.
Foto: Angelica Rincon
Desde su formación en 1979 en Hermosa Beach, California, Circle Jerks se consolidó como una de las bandas más influyentes del hardcore punk estadounidense. Liderados por Keith Morris, el grupo fue pieza clave en el auge del género durante los años 80, destacándose por su energía cruda y letras cargadas de ironía social. Con álbumes icónicos como “Group Sex” y “Wild in the Streets”, su legado ha trascendido generaciones, manteniéndose vigentes a pesar de las pausas en su carrera. Tras su regreso en 2019, Circle Jerks ha revitalizado su repertorio en el escenario, dejando claro que su espíritu punk sigue intacto.
En el marco de su actual gira por México y América Latina, la banda no solo celebra más de 40 años de trayectoria, sino que también estrecha lazos con un público que les ha brindado una devoción inquebrantable. Con fechas programadas en la Ciudad de México y Guadalajara como parte de su gira por Latinoamérica, Circle Jerks comparte escenario con los legendarios Descendents, prometiendo espectáculos llenos de nostalgia y energía desenfrenada.
Antes de su llegada a México, Keith Morris, líder de Circle Jerks, nos brindó una entrevista en la que compartió sus experiencias en el país, su visión sobre la escena punk y su relación con sus colegas de gira.
Morris expresó su entusiasmo por regresar a México, un lugar que ha dejado una huella significativa en su carrera. “He estado en la Ciudad de México una vez con Circle Jerks y dos veces con OFF!, y luego, Guadalajara… no puedes venir a México, visitar la Ciudad de México, y no tocar en Guadalajara”, comentó con entusiasmo, resaltando la importancia de incluir ambas ciudades en su itinerario.
Este regreso tiene un significado especial para Morris y la banda, ya que para él, México representa un lugar clave en el que la conexión con el público y la cultura punk sigue siendo fuerte y vibrante.
Sobre su última visita a México en 2022, Keith Morris compartió con nostalgia su experiencia en la Ciudad de México, donde se hospedó en un lugar con una historia especial. “El hotel era el que construyeron para los atletas olímpicos cuando las Olimpiadas se celebraron en la Ciudad de México. El área era increíble, llena de tiendas y restaurantes. Me encantó caminar por los vecindarios, especialmente de noche”, recordó con cariño, destacando la vida vibrante de la ciudad.
No obstante, la visita no estuvo exenta de dificultades. Morris reveló que sufrió un problema de salud durante su estancia: “Contraje parásitos. Fue complicado porque soy diabético, pero, aparte de eso, fue una experiencia increíble”.
Keith Morris compartió la profunda conexión que tiene con los miembros de Descendents, una relación que va más allá de compartir escenarios y gira. “Conozco a Billy Stevenson desde que tenía ocho años. Milo también fue a la misma escuela secundaria que yo, aunque son unos años más jóvenes. Soy como ocho años mayor que ellos”, comentó Morris, destacando los lazos de amistad que se forjaron desde su juventud.
Su historia se remonta a tiempos antes de que Descendents existiera como banda. “Conozco a Billy desde antes de Descendents. Solía venir a la tienda de mi papá, donde trabajaba, y cuando estaba solo, él me pedía recomendaciones de música”, explicó. Fue entonces cuando Morris comenzó a influir en los gustos musicales de Billy, recomendándole bandas como Cheap Trick, ZZ Top, Blue Öyster Cult, David Bowie, Deep Purple, Uriah Heep, e incluso algunas más pesadas como Black Sabbath. “Esa influencia musical que compartí con Billy tuvo un gran impacto en el sonido inicial de Descendents, incluso antes de que empezáramos a escuchar punk rock, como Sex Pistols, The Clash, Ramones, entre otros”, añadió, reconociendo su rol en la formación de los primeros pasos musicales de la banda.
Para Morris, Descendents no son solo colegas de gira, sino que se han convertido en una familia: “Para mí, Billy y los chicos son como mis hermanos menores”. Esta amistad sólida y duradera refleja la estrecha relación que comparten más allá de los escenarios, cimentada en años de historias compartidas y un legado musical común.
Después de más de 40 años en la escena, Circle Jerks sigue encontrando motivos para mantenerse activos en el mundo del punk rock. “Amamos lo que hacemos. Es lo que sabemos hacer”, comparte Keith, aunque reconoce los retos que conlleva tocar un género tan demandante a nivel físico. “Somos mayores, y el punk requiere mucho esfuerzo. Por eso, nos enfocamos en mantenernos lo más saludables posible. Ya no festejamos como antes”.
La autenticidad es clave para Circle Jerks, algo que también valoran sus seguidores. Zander, bajista de la banda, quien además cuenta con discos solistas que vende personalmente en el puesto de mercancía tras los conciertos, destaca la conexión con el público. “Habla con los fans y les pregunta por qué están allí. Casi siempre dicen que están cansados de la música nueva y que buscan algo auténtico, algo eléctrico”, explica.
Para la banda, esa conexión es su esencia. “Eso es lo que ofrecemos: una experiencia genuina, sin luces exageradas, lásers ni cambios de escenario. Solo nosotros, el público y la energía pura del punk”.
Keith recordó con emoción su última presentación en México: “La última vez que Circle Jerks estuvo en México, tocamos en una fiesta organizada por Vans, en la Casa Vans. Había como 1,000 personas, y fue una locura. La seguridad parecía militar, con chalecos antibalas y armas. Fue un show increíble”.

En su reciente split EP con Descendents, Circle Jerks reinterpretó clásicos como “Kabuki Girl” y “Hope”, mientras que Descendents versionaron canciones como “Red Tape” y “Beverly Hills”. Keith explicó que, aunque fue un proceso emocionante, hubo desafíos: “La letra de Hope fue complicada porque Milo canta sin apenas pausas para respirar. Además, tuvimos que cambiar algunas letras por cuestiones de corrección política”.
Sobre las versiones que Descendents hicieron de sus canciones, Keith expresó su admiración: “Fueron bastante fieles a las grabaciones originales. Graban de forma remota, pero cuando trabajan en un álbum completo, eventualmente se reúnen. Su compromiso con la calidad es impresionante”.
Keith reflexionó sobre las diferencias entre los públicos alrededor del mundo. “En América Latina, los fans son más intensos y salvajes. Hay una energía única que no se encuentra en otros lugares”, comentó. También destacó a bandas actuales como Fucked Up y Surfbort, que, según él, están haciendo un gran trabajo en el género.
Cuando se le preguntó sobre su festival ideal, Morris dejó claro que su visión va más allá de los límites del punk. “No sé quién encabezaría, pero incluiría a Dinosaur Jr., Jesus Lizard, Guided by Voices, Turbo Negro, Sex Pistols, Fucked Up, The Moon Landings del Reino Unido, Negative Approach, Descendents, Pennywise, Rancid, Suicidal Tendencies y Kid Congo and the Pink Monkey Birds”, comentó, sugiriendo una alineación cargada de sonidos que abarcan desde el grunge hasta el punk más clásico. Pero lo interesante no solo es la variedad, sino que también incluiría a figuras de otros géneros, como Paul McCartney y Neil Young, a quienes consideraría cabezas de cartel, mostrando una mezcla única de géneros: “No sería solo punk, sino una mezcla”.
Aunque Morris es considerado uno de los grandes íconos del punk, su paladar musical es mucho más amplio. “Diría Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles o Their Satanic Majesties Request de los Rolling Stones. Aunque realmente, ninguno de esos es punk”, confesó entre risas, señalando la variedad de influencias que han dado forma a su carrera. “He escuchado música desde que tenía cinco años. Antes del punk, me gustaban discos como Desolation Boulevard de Sweet o The Man Who Sold the World de David Bowie”, agregó.
Para Keith, la música no se trata solo de un género, sino de una forma de vida. Sus influencias abarcan desde el rock clásico hasta las primeras bandas de punk, y su profundo conocimiento de la música se refleja en sus elecciones de discos. “La música de los Beatles y los Rolling Stones no es punk, pero esas influencias se filtran en lo que haces, aunque no lo notes”, explicó.
Finalmente, Keith dejó un mensaje especial para sus fans mexicanos: “Hola a todos, soy Keith Morris de Circle Jerks. Espero que estén bien, fuertes y saludables. Nos vemos pronto en nuestros shows en México y América Latina”.
Circle Jerks han demostrado ser una de las bandas más importantes del punk rock, manteniéndose vigentes a lo largo de los años gracias a su energía y conexión con el público. Keith Morris, con su carisma y pasión, sigue liderando un proyecto que no solo entretiene, sino que también inspira a nuevas generaciones de fans. Su esperado regreso a México incluye conciertos junto a Descendents, el 5 de diciembre en Guadalajara y el 6 de diciembre en la Ciudad de México, prometiendo noches llenas de intensidad y reafirmando su lugar como íconos del género.