Zach Tabori incendia los límites del rock con su nuevo álbum “Attack of the Clout Chasers”

El compositor, productor y multiinstrumentista Zach Tabori ha estrenado su nuevo álbum de estudio titulado “Attack of the Clout Chasers”.

Foto: Angelo Kritikos

En un momento en que la industria musical parece moverse entre algoritmos, fórmulas de éxito y tendencias recicladas, el multiinstrumentista, productor y compositor Zach Tabori presenta “Attack of the Clout Chasers”, un álbum conceptual que desafía las convenciones y consolida su independencia creativa. A lo largo de diez temas, Tabori despliega un manifiesto sonoro en el que convergen la crítica cultural, la ciencia ficción, el humor negro y un virtuosismo técnico que evidencia su insaciable curiosidad artística. Lejos de limitarse a un ejercicio de estilo, el proyecto se adentra en terrenos donde la sátira social, la exploración filosófica y la experimentación musical se funden con crudeza y sofisticación, ofreciendo una propuesta audaz en medio de la uniformidad de la industria actual.

Desde los 11 años, Tabori ha sido un autodidacta obsesionado con expandir los límites de lo musical. Su trayectoria lo ha llevado desde los estudios de producción pop y hip-hop hasta los escenarios más exigentes del rock experimental. Esa experiencia se refleja con fuerza en “Attack of the Clout Chasers”, un álbum que dinamita géneros con la misma precisión con la que disecciona los males de la modernidad.

La propuesta abre con “Rotten, Pt. 2”, una introducción acústica e introspectiva que actúa como la calma antes de la tormenta. A partir de ahí, el disco estalla en un torbellino de colisiones sonoras con “Nann Ray”, un collage postapocalíptico que dibuja un escenario de guerra e invasión interdimensional. La intensidad lírica y musical continúa con “…In A Thin White Shirt”, una crítica aguda sobre la masculinidad contemporánea y sus contradicciones frente a las nuevas realidades sociales.

A medio camino, “Jazz To Showcase Our Musicianship” funciona como respiro instrumental, una pausa quirúrgica que evidencia el nivel técnico de Tabori y su banda. Más adelante, el ya polémico sencillo “JFK” expone con mordacidad las omisiones históricas en torno a Joseph Kennedy, contrastando su figura con la narrativa tradicional del “sueño americano”.

En “Taliban Boogie” se ataca de frente al complejo militar-industrial, mientras que “NYC” ofrece una visión tan personal como sarcástica sobre la ciudad más idealizada de Estados Unidos. El momento cumbre llega con “Vanité ou la Mort”, una guerra musical de ideologías que cuenta con un incendiario solo de guitarra de Dweezil Zappa, marcando un punto de encuentro generacional entre maestro y discípulo.

Ya en la recta final, “Let’s Get Sick Together” aparece como una especie de canto colectivo al delirio moderno. Con humor corrosivo y energía contagiosa, la canción funciona como un espejo deformado de la necesidad social de compartirlo todo, incluso el colapso emocional. Es una pieza que se burla con estilo de la adicción contemporánea a la autocompasión pública y la cultura del espectáculo.

El cierre llega con “End of the Fucking World”, que combina grandeza orquestal con una arquitectura rítmica compleja. Su videoclip, coreografiado por Stephanie Gotch y protagonizado por figuras del American Ballet Theatre y el New York City Ballet, refuerza la intención de Tabori de crear una obra total, donde sonido y cuerpo transmiten un mismo mensaje: el derrumbe emocional de una sociedad que ha llegado al límite.

La producción estuvo a la altura de la ambición: grabaciones en vivo con músicos como Bobby Victor, Fahem Erfan, Caleb Buchanan, Brad Bowers y Myles Martin, apariciones especiales de figuras como Rachel Eckroth, Jake Chapman y Sharada Shashidhar, además de arreglos orquestales supervisados por Suzie Katayama. Todo ello bajo la mezcla del ingeniero ganador del Grammy Clark Germain, y producción adicional de Cary Singer, Jozef Caldwell y Peter Brownlee.

Pero más allá de los créditos, lo que realmente destaca en “Attack of the Clout Chasers” es su capacidad para sostener un discurso arriesgado desde lo sonoro y lo conceptual sin perder coherencia. Zach Tabori no busca agradar: busca provocar, cuestionar, incomodar y, sobre todo, redefinir lo que puede ser un álbum en el siglo XXI.

Quienes encuentren placer en el rock progresivo, la sátira mordaz y la experimentación sin filtros y sean capaces de ver a Frank Zappa, King Crimson o Todd Rundgren como referencias más que influencias, hallarán en “Attack of the Clout Chasers” una experiencia tan desafiante como necesaria.

Escucha a continuación el nuevo álbum de Zach Tabori: